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Las grietas en las paredes interiores son comunes y, aunque pueden parecer un problema mayor, su reparación es sencilla si sigues los pasos adecuados. A continuación, te enseñamos cómo hacerlo de manera rápida y efectiva.
Materiales necesarios:
- Destornillador o espátula fina
- Masilla para paredes
- Espátula para aplicar masilla
- Lija fina
- Paño limpio
Paso 1: Preparar la grieta
Usa un destornillador para ensanchar ligeramente la grieta. Esto permitirá que la masilla penetre mejor. Limpia el polvo con un paño.
Paso 2: Aplicar la masilla
Con la espátula, aplica la masilla rellenando completamente la grieta. Asegúrate de cubrir un poco más allá de los bordes para un acabado uniforme.
Paso 3: Alisar la superficie
Pasa la espátula suavemente para que la masilla quede nivelada con la pared. Deja secar según las instrucciones del fabricante.
Paso 4: Lijar y finalizar
Una vez seca la masilla, lija suavemente hasta que la superficie quede lisa. Ya puedes pintar la pared si lo deseas.
Con este sencillo tutorial, tus paredes quedarán impecables sin necesidad de contratar a un profesional.
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